jueves, 26 de febrero de 2009

UN DÍA JUSTO

Hoy ha sido un día justo. Por la mañana alcancé a bañarme justo con el poco de gas que quedaba; luego alcancé el bus justo cuando iba saliendo a Angol. En aquella ciudad, justo me encontré de frente con quien debía reunirme. Luego surgió una eventualidad y justo me quedaba plata en el celu y respondió a mi llamado quien debía hacerlo. Finalizada la reunión me fui al terminal y justo se iba yendo el bus a Victoria y lo tomé. Esto me permitió llegar justo a la hora de almuerzo en la casa. Luego en el trabajo en la jornada de la tarde, tenía que abordar un tema con el jefe invisible, pero justo me lo encontré al lado de mi oficina, así que formulada la pregunta, me respondió justo lo que esperaba. Al final del día fui a comprar algunas provisiones, y justo se largó la tremenda lluvia y justo andaba con zapatillas, mala pensé, pero me conformaba saber que justamente me las había puesto porque a pesar del mal clima, su comodidad esta sobre todo… y hablando de totalidades, ya todo empapado y con bolsas colgándome desde los dientes, justo a la salida del supermercado se detiene un colectivo quien vio mi apremió y justo atinó a abrir la puerta antes que yo lo intentará, adelantando ya un fracaso en mi mente. Arriba del colectivo justo en el bolsillo de la chaqueta andaba con $500 pesos, lo que ahorró el entuerto de meter manos en el bolsillo y pelear con cuanto cachureo cabe dentro de ese espacio buscando el monedero. Llegando a mi casa, justo había fueguito para secar la ropa mojada y justo estaban calentitas las pantuflas… excelente pensé, más cuando sentado frente a este PC, recordé que justo hoy es viernes… :-)