sábado, 20 de julio de 2013

Y QUIZÁS EN LA BANDA NO ESTÁ EL PODER

Esta semana no podemos abstraernos del gran tema político. De ningún modo podríamos llegar a establecer que la política pueda estar en crisis a partir del desenlace que genera la decisión de Pablo Longueira de abandonar su carrera a la presidencia; si existe una crisis de representatividad de la política nacional, quedará establecido con la decisión que tomen los cerca de 10 millones de chilenos que no participaron del último proceso eleccionario. Pero sin lugar a dudas que la decisión tomada por uno de los más importantes referentes de la Alianza, mueve las piezas de un ajedrez que cada vez parece tener menos fichas y movimientos.

Quienes han seguido de cerca la política nacional los últimos 20 años, comprenden la magnitud de la figura de Pablo Longueira, quien sin duda fue el creador y arquitecto del crecimiento exponencial que vivió la UDI luego de la segunda mitad de los `90. La UDI Polular fue el concepto que mayor aceptación tuvo en la ciudadanía los últimos años, y que puso en jaque la hegemonía que hasta ese entonces vivía la concertación. Por lo mismo, a lo largo de los años Pablo Longueira se constituyó en un referente que trazó la nueva etapa del principal partido político de derecha y que en su minuto hizo tambalear al propio Ricardo Lagos, la bandera política de los primeros diez años de la concertación, conglomerado que hasta ese entonces, era la pieza hegemónica del tablero político.