Estimados, hoy he resuelto hacerme presente, decir aquí estoy y aquí pertenezco; soy victoriense o victorioso, dependiendo de su impulso y perspectiva, habitualmente trato de ser lo segundo. Soy habitante de esta comuna como usted y mi familia, y por tanto la observo y la recorro día a día, conozco sus rincones y su gente, sé de sus virtudes y defectos, sabiendo que de esto último hay bastante, y bastante hay de nosotros en que aquello cambie.
Mi nombre es Andrés Bravo, de profesión Periodista, pero de esencia un gozador. Por favor pido esto último se entienda en su esencia. Busco permanentemente disfrutar y gozar de las cosas simples, de aquellas alejadas de cualquier maniobra pirotécnica, más bien las encuentro en el camino, en la mirada, en un gesto, en un buen libro barato, en una risa, en un espacio, en la naturaleza, en una cerveza fría una tarde de verano, en una conversa, en el punto a parte de la rutina. Busco encontrar y generar estos momentos; son vitales, esenciales y por tanto, deben ser permanentes.
Mi aspiración es aquella. Sé que todos pueden encontrar la esencia de su gozo, y comenzar a buscarlo y generarlo de la forma más honesta posible, sin pautas y condiciones reflejas proyectadas por el mercado a través de su expresión capitalista, todo lo contrario, a espaldas de aquello hay un campo fecundo de calma y simpleza. Muchas veces el modelo y el sistema acomoda las piezas de forma adecuada y justa a sus propósitos, sin capacidad de percibirlo; hemos perdido la percepción y la comprensión lectora para entender todas sus líneas. El camino es amplio y esperemos tener el tiempo suficiente.
Una vez más insisto, he resuelto manifestar mi presencia, primero en esta columna, luego en las que vienen. Espero sumarme a este proyecto informativo, con novedades y proyecciones importantes en el mediano plazo, que esperamos contribuyan a nuestro encuentro, primero como habitantes de esta comuna, luego, como partes de un modelo que merece discusión.
No soy un mesías, no soy político, ni empresario, no soy brillante ni un loser, no soy rucio, ni suizo ni italiano, ni deportista, ni carismático. Soy un ciudadano de Victoria, como usted, y como lo es mi familia, en ello no hay diferencias ni distancias.
Estimados habitantes de Victoria, conciudadanos, si no le genera traba su implicancia colectiva, mediante estas líneas les expreso mi saludo y afecto, y desafecto en el caso que aquello fuese justo y necesario.
