martes, 5 de octubre de 2010

NUESTRO 05 DE OCTUBRE

Hoy es 05 de octubre, la agenda nacional recuerda que hace 22 años se desarrolló la elección que permitió bajar a unos y subir a otros, la ecuación social siguió su curso con limitadas variaciones. El triunfo del NO terminó siendo el triunfo definitivo del SI y hoy aquello que se vendió como el progreso democrático más significativo de nuestros tiempos, termina siendo recordado por un puñado de viejos concertacionistas reunidos en una caleta de Valparaíso masticando insípidamente un triunfo que ya nadie tiene muy claro a quien le pertenece.

Sin embargo, hoy 05 de octubre, felizmente tiene una connotación especial, superior en el concepto más sublime de mi encuentro con la vida, hoy 05 de octubre, una madrugada de un martes 05 de octubre del año 2004 entrelacé mi mano con la mujer que hasta el día de hoy avanza conmigo, codo a codo como digiera alguna vez Mario Benedetti; hoy cumplimos 6 años de todo con Karina.

Seis años de sumarnos a un enamoramiento, al descubrimiento de una construcción del sentimiento; jóvenes novatos e inexpertos concertados en esta aventura que ha tenido de todo. Hoy todos los sinónimos de alegría me pertenecen y me acompañan al ver cómo algo que sólo sospechaba en mis mejores proyecciones de la vida, tiene forma concreta y cotidiana.

Seis años de los primeros besos tímidos y respetuosos, acompañados del inocente pudor de tomarnos de la mano para avanzar entre la gente. Una relación sin cliché parece haber sido el acuerdo tácito desde un comienzo; la esencia aún nos acompaña.

Fue una noche de cumpleaños, la noche del cumpleaños de un compañero de carrera, de Claudio. La ocasión, era la ocasión. Los nervios, el temor, el temor al rechazo y las sospechas de un triangulo amoroso que sólo existían en mis trágicas proyecciones mentales, eran las primeras barreras que debía enfrentar de una buena vez por todas. Estábamos reunidos amigos y compañeros de ambos bandos (Karina, estudiante de Castellano); risas, tragos, conversas, ambientes tenues, vinos baratos (acaso eran vinos), bailes, cigarros y joins, eran alguno de los elementos que enriquecían el conjunto. De a poco, con la estrategia más aprendida de todas, comencé a acercarme sigilosa y miméticamente al sillón en que ella animadamente hablaba con Gato (otro amigo) de lo más esencial que pudiera contener cualquier verbo pronunciado por Gato en una noche de vino, una tarde de cerveza, un almuerzo en el casino, un pan en el camino, un dialogo en el pasillo, una opinión en una asamblea, un debate en la sala, un camino por la lluvia, en el viaje de una micro, en realidad, en todo momento. Por tanto, no había mucho de qué preocuparse. Sentado a su lado concentrado absolutamente en ella y con la mirada girada hacia la puerta del baño comencé a deslizar accidentalmente a mi mano al encuentro de la de ella, jugando con el límite de lo casual y la propuesta, buscando la reacción a mi atrevimiento, el que finalmente, llegó!!.

Desde ese entrecruzamiento de manos, el encuentro de nuestras miradas en un nuevo plano, hemos caminado junto… Una compañera que en la simpleza hemos construido todo y desde ese punto asumimos nuestras vidas; las peleas y reencuentros también han dicho presente, pero por sobre todo, compañeros. Juntos hemos conocido este país, a mano y dedo en alza hemos recorrido miles de kilómetros, viviendo aventuras, disfrutando alegrías y ahora, aguardando juntos el resultado más hermoso de nuestra relación que en febrero esperamos nos abrace y nosotros nos aferremos a su vida…

Karina, Amor, Feliz Aniversario… Andrés.-