Quienes
asistieron al gimnasio Muñoz Vargas este sábado a ver la fecha
final de la segunda ronda del Campeonato LIBSUR 2011, entenderán de
lo que escribo. No se trata de apuntar un nuevo triunfo del cuadro de
básquetbol victoriense en una jornada deportiva que tiene más de
dulce que de agraz cada vez que nuestro equipo juega de local. Se
trata de apuntar una dicha, un agradecimiento, por sobre todo, un
reconocimiento al equipo de jugadores, su cuerpo técnico y al cuerpo
de dirigentes que se la han jugado con una responsabilidad y
compromiso muy poco común en las pautas deportivas.
Victoria
jugaba contra Temuco. Dicen que quienes sueñan con el triunfo,
intentan llegar al triunfo, y me parece bien, en el camino hay de
todo y hay que aceptarlo como un billete tirado a despropósito, al
menos en el camino fue nuestro, y de aquello es esta historia. Tantas
derrotas y en tantos planos de nuestra comuna frente a la capital
regional, tiene estos manjares, más aún en su forma y contenido,
como le gusta rezar a los catedráticos. Esta vez Victoria ganó.
Lo
de este sábado fue especial y no se trata, otra vez insisto, en una
reseña deportiva – seguro esta viene más adelante - no tiene que
ver con ello, aunque a partir de ello se entienda todo, tiene que ver
con pasión, con lo que vivimos, lo que nos acompaña, lo que somos.
La
pauta de la jornada nos decía que guardáramos los festejos hasta
una nueva ocasión, seguro el calendario nos tendría agendada una
fiesta bacanal, quizás en diciembre, quizás el primero de enero,
pero el momento no estaba reservado para aquella noche, al parecer.
Sin embargo estos chicos, en realidad estos grandes modificaron el
libreto a su favor, a nuestro favor. No deja de ser curioso que a
veces unos cuantos segundos sean los mejores momentos de nuestras
vidas, a propósito del desarrollo del partido me acuerdo de esta
cita. Victoria ganó sobre el final, los últimos 40 segundos fueron
todos nuestros, una metáfora con nombre propio y ya la quisiera para
así algunos de estos novelistas de bolsillo que nos dictan en los
colegios.
Todos
jugaron y el arbitraje también, que más dio, Victoria ganó sobre
todo. Gracias a todos los que son parte de este proyecto, y a quienes
se suman cada sábado a ser testigos de esta alegría.
(Si
gusta ver el partido, lo puede revisar en:
www.bravatatv.wordpress.com.
Le recomiendo el último cuarto)