viernes, 10 de junio de 2011

MI NUEVA SEMANA

Esta semana ha sido distinta, aún no veo con total claridad sus sentidos, sus direcciones, pero las intuyo, y la intuyo porque de cierta forma la estoy configurando. Quizás lo más significativo de esto tiene que ver justamente con que sé que ha partir de esta semana se genera un nuevo escenario.

Lamentablemente, muchos de nuestros actos - o en el mio en particular si me refiero con lamentación al acto -  están vinculados a la necesidad de alimentación, vestuario y entretención, asumiendo el compromiso de vida convencional, de mercado, de capital, donde el espacio íntimo es violado por el dinero, detesto la plata por su impostura, por su valor, su dimensión, sus capas y sus pieles. Odio la tele porque la fomenta, odio al que la porta y la luce, me cargan las marcas y sus representaciones, me carga quienes la portan inocente de su uso y objeto de uso que esta hace del sujeto. Sin embargo ahí estoy, moviéndome, sabiendo que en ese simple acto y previo a un acuerdo establecido con un tercero, podré obtener ese recurso físico ficticio, que a algunos lleva la cielo, en mi caso, que me lleve a la panadería y la tienda de aborretes cada cierto tiempo, me sobra, me basta. Es el juego.

Al menos, siento que en esta semana está iniciando un espacio de libertad en esta relación de capital; estoy buscando iniciar una relación trabajo - dinero de forma independiente, sin jefes patrones, des - salariado, si se quiere de cierta forma, no desconociendo que de por medio estoy sujeto a un compromiso, al cual me remito. Lo que busco y comienza a bosquejarse esta semana es aquello, lo que algunos llaman trabajo independiente.

En Victoria, región de la Araucanía por nombre impositivo, ya que de araucano tiene cada vez menos y menos hasta el punto de la insolencia, estoy armando esta idea. El tiempo avanza, soy padre y las definiciones deben comenzar a concretarse, yo lo demando.