Y digo que lata, solicitando la excusa de aquellos más celosos de la lengua, de aquellos que la cultivan con esmero, como si ahí estuviera la decencia o esencia que marca diferencia en las personas, yo no lo creo, pero los entiendo. Digo que lata, porque el término lo robé a un estudiante, lo ví en sus caras, apareció en los ojos de un padre, de un funcionario angustiado, lo recogí del suelo, como el ánimo que nos aborda en estos días, y siento que en la fresecita titular, se describe de manera bastante fiel el presente de esta casa universitaria, un presente duro, tosco, porfiado y frío, padríamos añadir, escalofriante.
No es menor asumir un comentario, compartir un juicio y exponer una crítica al lugar donde me desempeñé durante algunos años. Creo haberlo hecho con honestidad y de forma responsable, si faltó o sobró algo, es la historia que a todos nos ocurre desde nuestras trincheras laborales, cada día, cada puto día en ocasiones.
Siempre el contexto es bondadoso, nos tiende la mano y nos guía, nos ubica en el camino de la comprensión y a partir de ahí, todas las posibilidades. Recuerdo mi primer contacto con la Unap, fue en el año 2003, una breve entrevista con el Vicerrector de la época, Manuel Sobera. En aquél entonces me hablaba de la grandeza de la sede Victoria, de como cada año se transportaban millones de pesos a Iquique producto de acertadas estrategías comerciales en el plano educativo. Al escucharlo comprendí una lógica distinta en el concierto de universidades públicas y regionales, el dinero era leit motiv. Luego de aquello, pocas sorpresas.
La historia, el registro de este proyecto educativo, fue materia de investigación que desarrollé durante un buen tiempo, que quizás algún día logré compartir mediante un texto. Pero en concreto, han sido las ciudadanos de esta comuna los artífices de la sede, los que alguna vez sacudieron sus bolsillos y sumaron su dinero para arreglar, pintar y acomadar este edificio, recibiendo con beneplácito a los hijos de la eterna primavera. Desde ese minuto se asumió un compromiso tácito, un vínculo inédito en la historia del proceso de expansión del negocio de la educación superior en nuestro país. Desde su llegada, la gente de Iquique ha gozado de todas las garantías, apoyo y compromiso que pueda tener una sede universitaria en alguna comuna de nuestro país. La relación que siente nuestra comuna con la universidad no se repite en ninguna otra parte de Chile, y esto es lo gravitante. Este es el punto escencial y que marca diferencia entre lo que es la Sede Victoria de la Unap, con cualquier otro proyecto académico en más de 300 sedes universitarias que existen a lo largo de nuestra geografía, dependiente de alguna de las 60 universidades. Es esta comprensión y este sentimiento, el que creo no logra verse desde Iquique, comprensible, la distancia tiene sus méritos.
La Sede Victoria de la Unap, ha sido la mejor sede que ha tenido en su historia Iquique. Un punto negativo nuestro, es que dicho indicador no es resultado de una fortaleza académica o investigativa, o su desarrollo en pre o post grado, por la cantidad de doctores o magister docentes, o el elevado puntaje de sus estudiantes, tampoco somos culpables de ello, por cuanto esto no ha sido una política asumida por casa central. La Sede Victoria de la Unap, ha sido la mejor sede que ha tenido en su historia Iquique porque luego de los años, quedó en abierta evidencia que esta casa universitaria, creada con el compromiso y cariño de la gente de Victoria, no era más que una unidad de negocios para Iquique y mientras cumplió dicho rol en sus primeros 15 años, fue el mejor negocio educativo que han tenido. En su mejor época, Victoria entregó anualmente a Iquique, del orden de los 6 mil y más millones de pesos, al decir más, me refiero incluso un par de miles de millones más.
Para ser justos, y hacerle un favor a nuestra sociedad que se alimenta de arbitrariedades e injusticias, es necesario añadir que dentro de este proceso efectivamente mucha gente pudo acceder como nunca antes a la educación superior. La Unap abrió una puerta cerrada a mucha gente de manera injusta. Si bien se trataba de una estrategía comercial, al menos una de sus consecuencias fue positiva, y miles de familias pudieron sumar a su primer profesional en sus filas. Las otras consecuencias se están viendo actualmente.
Los elementos que nos lleven a una comprensión acabada, exigen largas hojas por delante, buscaremos una alternativa y nos remetiremos a los hechos relevantes.
El desenlace final de esta historia se remonta a septiembre del año 2010. Funcionarios académicos y administrativos, se pliegan a la movilización iniciada por los estudiantes en respuesta al anuncio de declarar "Cíclicas" las carreras de Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil en Computación e Informática; limpiando esta frase del eufemismo, quitemos la palabra cíclica, por cierre de las carreras, derechamente, como nos permite decir el actual gobierno.
Por su parte, administrativos y académicos se suman, con el objetivo de ejercer presión que permita remover de sus puestos al equipo directivo de la Sede. Su Director de ese entonces, Nelson Martínez y el jefe de Finanzas, Gerald Juica, acusados de ejercer la única potestad que es patrimonio de tipos mediocres con puestos relevantes, el ejercicio de los malos tratos, de la herencia patronal e ignorante de nuestra sociedad. Lo que está detrás de aquello es un tema largo, mientras tanto para efectos de la columna, lo sintetizaremos como tipos incompetentes, intelectual y emotivamente, en puestos "importantes". En el mismo banquillo estaba la jefa de docencia, Marianela Barría, y junto a ellos estaban el jefe de "Planificación y Calidad" (las comillas son mías, tómelo como una humorada), Alexis Alvear y Alejandra Maco, jefa de "Extensión y Comunicaciones", (déjeme seguir jugando con las comillas).
En general había un fuerte cuestionamiento a todo el equipo directivo, por consecuencia se solicitó que dicho equipo de trabajo fuera removido en aras de una mayor tranquilidad en la sede, en el fondo, se pedía terminar con prácticas abusivas, malos tratos y sus sinónimos. El resultado, un fracaso total. Me atrevería a decir que no se logró nada. El director de la Sede, Nelson Martínez, fue removido de su puesto, llegó Jorge Salgado; se mantuvieron en sus puestos, Gerald Juica, Alexis Alvear, se disolvio la jefatura de Extensión y Comunicaciones, y la jefa de Docencia fue reemplazada por Rolando Sánchez. Quienes participaron de la movilización de septiembre, en febrero de este año, fueron despedidos y los alumnos, de igual forma se quedaron sin sus carreras, ¡Fracaso Total!.
Como medida, el Ministerio de Educación resuelve, en octubre del año 2010, intervenir a la Unap fundado en sus mala gestión que le ha llevado actualmente estar viviendo una crisis como estado permanente. El MINEDUC, a partir de los antecedentes aportados por los actores de la universidad, emanaría un informe, en enero de este año, que diera cuenta de una orientación y mecanismos que permitan sacar adelante el dificil momento, una suerte de plan estratégico de desarrollo, podríamos decir de forma vaga. Por su parte, la Unversidad, la Sede, Alexis Alvear, tendría la responsabilidad de sacar brillo a su tecnocracia y dominio de mercado para elaborar un plan de desarrollo de la sede, con la esperanza de que este fuera compatible con el Compromiso de Desempeño que estaba ideando el MINEDUC. Los resultados de este trabajo, digo, del Jefe de Calidad, nunca fueron muy claros, se habló de un perfil orientado a las carreras de la Salud, (lo que explicaría la actual decisión de cerrar Derecho, o declararla cíclica, como dicta el eufemismo corporativo) y eventualmente en el futuro abrir nuevamente carreras de Pedagogía. Confuso, una planificación media forzada, media discutible, pero había algo, era algo... lamentablemente ese era el nivel de gestión y trabajo, como que algo hacían...
Sin embargo, nos encontramos a mayo del 2011, con un esecenario que encabeza el titular de esta columna. La Unap tomada, sin claridad respecto a su futuro, la carrera de Derecho cerrada, sin plan estratégico de desarrollo, el trabajo de Alvear no sé en que habrá quedado, el trabajo de la gestión de las autoridades no sé en qué habrá quedado, el interés de rectoria por la sede no sé en qué habrá quedado; la promesa de hacer crecer y fortalecer la sede, no sé en qué habrá quedado... Ante tan triste claridad, comienzan a sumar las conjeturas. Esto nos lleva unos párrafos más arriba. Victoria al parecer ya no es atractiva para Iquique, la falta de dinero de los últimos años a dejado en evidencia todos sus ripios de gestión, de incapacidad y Victoria, al no ser una unidad de negocio atractiva, evidentemente pierde interés.
Ahora se da un caso anecdótico, que da cuenta de forma bastante evidente y patética la capacidad o incapacidad en este caso, de los máximos directivos de la Universidad. Hoy en día, y luego de su evidente fracaso por presentar un proyecto de desarrollo para la sede Victoria, los directivos han entregado a académicos, funcionarios y estudiantes de la sede, la responsabilidad de generar un Plan de Desarrollo para Victoria en el mediano plazo.... cómo lo vay allando?, diría una amiga que le guardo cariño. Esto podría ser algo muy positivo y ejemplo de autonomía... pero la pregunta es. Por qué los directivos, los tipos que tienen sueldos millonarios y que tienen como función desarrollar este tipo de estrategías que son vitales para dar vida a una institución, no han sido capaces de crear el Plan de Desarrollo de la Sede. Sabido pero no probado, es el interés de traspasar la sede, transformarla, entregarla al MINEDUC, o cualquier cosa que les permita liberarse de este atado financiero que significa la sede, pero también es sabido, no así probado, que el costo político de decretar el cierre, venta o traspaso de la sede es muy alto, por tanto, aunque así lo desean, es muy complejo optar por esta alternativa de forma abierta y clara.
Entonces, que es lo que veo en esto - y ya dejando de lado cualquier pretensión literaria - es entregar la responsabilidad, o más bien, inventar entregar la responsabilidad, a la comunidad universitaria de la sede para que desarrolle un Plan Estratégico, y en UN MES, que fue el plazo que les fijó el rector. Lo que ellos como equipo directivo, con todos los antecedentes y datos duros a su disposición, no fueron capaces de realizar en un semestre, le están pidiendo que lo haga las personas de acá y en un mes... o sea, todo lo anterior, maní. Acá está el futuro de la sede. Un triste espectáculo y lo lamentable de todo esto, es que es una forma de lavarse las manos demasíado burda... resulta que si esta comisión elabora un plan que la Junta Directiva no le parezca o no apruebe, o simplemente no logra hacerlo por lo complejo de la tarea y los escasos insumos entregados para su desarrollo, significará que................ "VICTORIA" no ha sido capaz de retener su universidad;.......... se limpian las manos, los argumentos los tienen o los inventan con esta estrategia y ahora, a falta de un proyecto que sostenga la sede, tenemos todos los elementos "técnicos y morales" para vender, permutar, traspasar, transformar la sede, lo que les venga en gana ... aaah, y junto con ello, que el Alcalde, el Gobernador en el mejor de los casos, trabajen para que los estudiantes puedan acceder a los campos clínicos, que se puedan sumar más becas, en fin, que por favor, les entreguen todo en bandeja para que ellos puedan estar acá.... Entonces aquello, claro que molesta, ver esa comodidad, esa flojera y peor que lo anterior, ese desprecio hacia Victoria, eso es lo que molesta.... lo único que han hecho bien los últimos años ha sido desprestigiar nuestra comuna, como un lugar de una mala universidad... ya escucho los comentarios por ahí.... "Uuuuhh no, no te vayas a estudiar a Victoria, la universidad de allá es como las w... (usted agregue lo que considere)"
Esto no es más que una fantasía en el paraíso de las conjeturas que nos regala la Universidad Arturo Prat, la verdad, por mí.. que se vayan todos, que no quede ni uno solo... La marca, la mala marca Arturo Prat es de ellos y hagan lo que les venga en ánimo con aquello, si acaso aún se puede hacer algo bueno, pero la universidad es de Victoria, (la Unap es de Iquique, la Universidad es de Victoria)..................... ha sido la gente de acá la que la paró en su momento, siempre la apoyó y se avergonzó junto a ella, ahora señores y señoras de Iquique, ya ganaron suficiente, su universidad en el norte creció harto, ya dejen de hacer daño y es tiempo de que vuelvan... nosotros, acá, veremos como continuamos con esta historia. Chao!!
