viernes, 8 de junio de 2012

NO ME PERDONO NI LES PERDONO

Como mirando para el lado, concentrado en cómo la vida me recorre y la recorro; cómo en un corto periodo de tiempo me han ocurrido tantas cosas. Y sí, este es un blog personal, el espacio que escogí para arrimar mis cosas, no tengo otro modo, la vida incluso me impulsa a sentir que la vivo dos segundos antes, el próximo paso siempre busca obedecer a una planificación y entiendo su absurdo, pero de otro modo no me resulta nada. Mi espalda debo protegerla, al menos ella depende de mi.

Hace poco con un amigo iniciamos un proyecto informativo y le pusimos Somos9. Es mi cría, y en mi intento espero no fallarle en su génesis conceptual. No perderé el tiempo ni aburriré a nadie explicando una línea de que se trata, Somos9 está ahí solamente, cada día se construye y se dibuja, como el agua; el sabor está en el ánimo de cada uno.

La cosa es cómo me ubico en este pedazo de tierra y por ahí va el cuento de la creación de este medio. Este país está gobernado por la derecha; toda su historia lo ha hecho y Allende fue un lindo sueño que expuso toda la soberbia y espíritu asesino de una oligarquía que me huele a caca. Los últimos años y a partir de las movilizaciones lideradas por los estudiantes y grupos ciudadanos pro ecológicos, están generando algo y mientras sea algo, encierra un valor y cultiva una expectativa. Pedir algo más en un país que ha marcado su historia bajo un modelo brutal de organización y control de su población, es perder cualquier tipo de consideración.

A los Periodistas no les perdono su condición de empleados asalariados. En realidad no les perdono que sean empleados para el poder y la doctrina. No les perdono el que se falten el respeto, que se declaren estúpidos, que no se animen a pensar más allá del sueldo; no les perdono su pelo corto, su corbata y su trajecito para el despacho del medio día; no les perdono sus titulares y menos les aguanto que le dicten su vida en artefactos auriculares. Es tan simple como sumar una idea colectiva que supere los miedos y los medios, que supere los discursos que ellos mismos han construido por años, de asumir, de entender, de ver que la vida se dibuja en esferas distintas a la tele, al diario, al facebook. Con toda esta maquinación han aumentado su posibilidad de aislarse del mundo y no participar de ningùn sentimiento comunitario genuino más que el de la culpa por la no participaciòn y la consecuente exposición de su privacidad en las redes sociales. Esa necesidad de estar todos juntos en algún lado, bajo un mismo sentimiento. De escribir sin alma y vivir sin ella.

Hoy Matthei adelantó un país de esclavos. La derecha no es para nada superficial y para ello nos tiene a todos.

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