martes, 18 de junio de 2013

AVANZAR HACIA UNA IDEA MEJOR

Sería imposible sostener que el mundo de la creatividad pueda estar en crisis, hacerlo sería la última de nuestras derrotas; el acto seguido sería bajar las persianas, cerrar los ojos y perder el espíritu, sin embargo todo el que lo lleva bien puesto, sabe que mientras haya espíritu, hay esperanza.

Ha sido la fantasía, el auténtico motor del desarrollo humano. No sé con qué propiedad lanzo aquella cita, pero el ánimo se sostenerla me permite plantearla. Por tanto insisto a ver si logro redondear la idea. El punto más cercano entre lo que somos y lo que aspiramos, es la fantasía, figurada por la idea, entre lo que alguna vez figuramos ser y realizar, y en ese tránsito logramos la mayor realización.

Lo anterior busco establecerlo, ante la necesidad de nunca olvidar que somos seres – y aquí me aferro a un planteamiento filosófico – que nos constituimos en la idea y nos debemos a ellas, mientras más espacio le damos a la idea, la posibilidad de configurar un escenario propicio para el desarrollo humano se hace más concreto. Desde un punto de vista operativo y funcional, la ciencia siempre ha fijado como su objeto de estudio, aquello que busca poder comprobar, es alcanzar aquella ficción inicial, lo que hace que todo se mueva.

Un país, una ciudad con ideas claras, necesariamente conllevará a un mayor y mejor desarrollo. En el campo de las ideas muchas son las batallas que se libran cuando hay intenciones de acallar otras, pero por sobre aquello, lo que debe prevalecer es la capacidad de constituirnos como ciudadanos con idea propia y a partir de ella, configurar un mejor espacio colectivo. En el común de los casos, no nos detenemos a pensar en el impacto que puede tener el avanzar hacia nuestras ideas, dejando muchas veces que sean otros los que nos indiquen el camino, y ahí identifico un error. En un año electoral sería interesante observar que quienes fijen el rumbo de las ideas programáticas de muchos candidatos, sean los propios ciudadanos, empoderados del potencial que tiene un territorio cuando se armoniza con ideas cercano a su mayor número, que exclusivas de un pequeño grupo.

Por eso es importante darle importancia a la idea de configurar un mejor espacio, una mejor vida, un mejor país. Si no nos trazamos de forma seria un ideario de vida, será muy poco lo que estaremos aportando para alcanzar nuevos y mejores estados. Si no nos atrevemos con nuestras ideas, estaremos dejando de lado lo que creíamos esencial en el humano. Tener una idea no significa necesariamente acabar con otra, pero sí está demostrado que cuando dos de ellas se enfrentan, habitualmente surge una interesante síntesis que no pocas veces ha marcado rumbos interesantes, al menos de analizar. Así como también hay temas que merecen nos formemos al menos nosotros una idea: Isapres, AFP, Constitución, Recursos Naturales… por nombrar algunos.

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